Cuando una cierra los ojos y piensa en una tarde de verano, se imagina en un lugar tranquilo, a la orilla del mar, bajo el sol... pura relajación.
La de ayer fue una de las mejores tardes de este verano, en un lugar tranquilo, cerca del mar, en un día de sol... y con la relajación que aporta una sesión intensiva de repostería. :)
Ayer, mi madre y yo visitamos a Bernarda y su familia, amigos de toda la vida. Y además, tuvimos la suerte de conocer a Yoli y a su hija, dos personas encantadoras. Yoli es una gran cocinera, a quien gracias a las nuevas tecnologías podemos seguir en su blog y a través de facebook:
Sólo puedo decir GRACIAS.
A Bernarda, por deleitarnos una vez más con tus dulces extremeños y por supuesto, por esa gracia que te caracteriza.
A Yoli, por compartir tu conocimiento, experiencia y trucos. Y por las palabras que me dedicas en tu blog. Yo soy una simple aficionada sin mucho tiempo para completar el mío, simplemente es una ventanita donde se puede ver las cosas que voy haciendo...
A la familia, por las sonrisas, la acogida y por comerse todo lo que nos gusta hacer ;)
Bien, esta es la tarta que hice in extremis, la noche antes, para regalar a la anfitriona. Madeira Sponge Cake de vainilla, emborrachado con almíbar de crema catalana, y buttercream de vainilla. Espero que os guste :)
Un abrazo muy fuerte!!!