Me parece uno de los postres más socorridos. Fácil, rápido y no se ensucia apenas nada (claro, acostumbrada al despliegue que implican las tartas a capas y más aún si hay que decorar con fondant...)
Y para que nadie se aburra demasiado, glaseamos con chocolate negro, chocolate blanco y simplemente azúcar glas (que también le da un toke).
La crema pastelera casera, con una vaina de vainilla para infusionar la leche... y nada de inventos de microondas, aquí no hay lugar para él :D
Et voilà, bon appétit! :)