Son muchos los días que tiene un año; en cambio, madre no hay más que una, única e imprescindible. Tal vez por ello, todos los días deberían ser el día de la madre.
Es difícil escribir unas líneas sobre lo que se siente por una madre, parece que no hay palabras suficientes, o que no existe manera de combinarlas para expresar ese sentimiento.
Este año, en el único día que alguien decidió que había que dedicarles a ellas, el pasado domingo, me propuse elaborar algo que resumiera todo lo que aporta una madre. En tres palabras: vida, dulzura y alegría.
Y lo reflejé en esta dulce cesta de flores de colores vivos, que a mi personalmente me transmiten lo anterior.
No puedo decir mucho más... no encuentro la combinación perfecta de palabras....
Que bonito, Elena.... Todo
ResponderEliminarGracias, Mónica! :)
ResponderEliminarno se puede decir nada, la vista lo dice todo guapísima pero de sabor exquisita, que manitas de oro
ResponderEliminarGracias por las letras pero Tú lo demuestras con hechos besos..... chao
:)
EliminarYolanda Fernández31 de agosto de 2013, 23:52
Además de lo guapa que te quedó la tarta, tu madre tiene que estar encantada con todo lo que le dices.
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